ESTE PARAJE NATURAL ALBERGA PINTURAS ENMARCADAS DENTRO DE LA RUTA EUROPEA DE CAMINOS DE ARTE RUPESTRE PREHISTÓRICO
Nadie sabe bien qué motivos llevaron al antiguo ser humano a dejar plasmado en techos de cavernas y sobre láminas rocosas un sinfín de dibujos. Tampoco, qué nos querían decir exactamente con esos grabados. De lo que no cabe duda, es de que se trata de uno de las valías culturales más preciadas que ha regalado la historia de la Península Ibérica, y que guarda el abrigo rocoso de Puerto Roque.
Puerto Roque se encuentra a unos 12 kilómetros de Valencia de Alcántara. Se trata de un paraje natural caracterizado por bosques de pinos, castaños centenarios y una sierra rocosa envuelta de misterio. Un enigma que mucho tiene que ver con la prehistoria y que atrajo la atención de Juan Carlos Jiménez. Bombero forestal de profesión, había analizado pinturas de Santiago de Alcántara y, despertando su intriga, decidió buscar por zonas aledañas más rastros de arte rupestre: “inicié la búsqueda y las encontré”, recuerda Jiménez. Habla de las pinturas rupestres de Puerto Roque, uno de los hallazgos más importantes de la comarca Sierra de San Pedro.
Corría el mes de marzo del año 2012 y este descubrimiento llevaba hasta la zona a arqueólogos de la Universidad de Extremadura, quienes confirmarían su veracidad y una antigüedad que data, en muchas de ellas, de hasta 7.000 años. “Mas o menos de la época de los dólmenes, del Megalitismo”, recalca el descubridor. Con este hecho, se hallaba una nueva pieza del puzzle del arte rupestre en la raya. “En total, solo lo que es en la zona de Valencia de Alcántara y Santiago, hay localizados ya 20 lugares con pinturas”. Puntos que pueden descubrirse a través senderos que forman parte de la ruta europea Caminos de Arte Rupestre Prehistórico, donde también se engloban grabados tan conocidos como los de las Cuevas de Altamira.
Significado misterioso
“Al ser esquemáticas son muy simbólicas”, explica Jiménez al preguntarle por el significado de estas pinturas. El bombero aclara que, durante la Prehistoria, el ser humano utilizaba símbolos antropomorfos y flechas, entre otros muchos dibujos que se repiten en toda la geografía española.
“Las que se conocían en la zona de Santiago y Albuquerque son del mismo tipo”, revela el hombre. Algo que les llevó a pensar, buscar y encontrar en el otro lado de la frontera. Y es que a poco más de 300 metros en línea recta, en tierras lusas, también hay vestigios rupestres. De hecho, Jiménez revela que se está trabajando en un proyecto que uniría estos hallazgos a través de una ruta senderista por los abrigos rocosos.
Mientras tanto, Jiménez no deja de invitar a todo el que conoce a visitarlas. Al abrigo de una cavidad a la que se accede a través de una ruta con una subida de más de 400 metros y de dificultad media, el bombero asegura que merece la pena el esfuerzo físico que requiere llegar hasta ellas. Algo de lo que no cabe duda, y es que estas pinturas suponen el tesoro más valioso del paraje natural de Puerto Roque.
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